Es
la más utilizada de todas las plantas con propiedades terapéuticas en
la India y China, y el principal compuesto de la dieta de los longevos
elefantes asiáticos. De ella dicen, además, que desarrolla el chakra
localizado en la parte superior de la cabeza -el más poderoso de los
siete centros de energía de que se compone la filosofía hindú- y que
ayuda a inducir la meditación en zonas como el Tíbet o el Himalaya.
Todas estas propiedades se le atribuyen a una pequeña planta de tipo
herbácea: la centella asiática.
Conocida también con el nombre de Gotu kola, sus hojas se
ingieren desde la Antigüedad como medio para promover la longevidad, ya
que entre sus beneficios destacan el fortalecimiento del sistema
inmunológico, sus propiedades sedantes y su poder rejuvenecedor. De
hecho, en China se conoce por ser la planta entre la que retozan los
tigres como forma de curar sus heridas y de reactivar su sistema contra
las infecciones.
Todas estas propiedades se deben a su composición basada
en saponinas triterpénicas, unos compuestos químicos de tipo terpenoide
que participan, entre otras funciones, en la síntesis de las vitaminas
A, E y K y en la formación del colágeno. Esto provoca que sea
beneficiosa, junto a sus múltiples aplicaciones, para devolver tersura y
elasticidad al tejido dérmico y cicatrizar heridas, algo extensible a
la prevención de la aparición de arrugas o estrías.
No obstante, es como compuestos de los productos
cosméticos anticelulíticos donde más presencia ha logrado en los
mercados occidentales y a partir de donde ha ido ganando adeptos cada
día.
La razón de ese éxito y de que se esté extendiendo como
remedio natural reside en sus múltiples propiedades, pues se usa en
casos de epilepsia, demencia senil y alzhéimer, al igual que para tratar
infecciones de todo tipo -protege el organismo frente a las toxinas- y
regular la presión arterial.
Pero sobre todo, es un excelente vigorizador masculino,
que mantiene los órganos sexuales sanos y potencia la libido y el deseo
sexual, un uso que se alterna con la prevención de inflamaciones de tipo
prostático.
Sin embargo, todas estas propiedades no se logran si no
se hace un buen uso de la planta, ya que, y pese a que no existen
estudios científicos que hayan podido probar totalmente la toxicidad de
la planta, sí existen trabajos en los que se ha comprobado que una
aplicación incorrecta o un uso excesivo deriva en afecciones graves. Es
por eso que los expertos recomiendan usarla como infusión, ingerida o
como componente de cremas siempre bajo prescripción médica o la
supervisión de un especialista.